El bullying o acoso escolar, consiste en presenciar una actitud violenta o intimidatoria de otro igual. En estos comportamientos colaboran tanto los abusadores como aquellos individuos que observan estas situaciones injustas y no hacen nada para pararlas o defender a la 'victima'.
Existen numerosos tipos: el social, verbal, psicológico, físico, sexual... Y podemos encontrarlos tanto en la etapa escolar como en la adulta. Aunque el número mayoritario de estos acontecimientos suceden lamentablemente en las escuelas. Nosotros como docentes debemos reconocer las señales que nos puedan indicar algún tipo de agresión en el aula. Algunas de estas señales podrían ser: rechazo hacia sus iguales, aislamiento o soledad, quejas inciertas... Al encontrar algún factor de los que hemos citado deberíamos proceder la observación para ver si esta relacionado con algún problema de bullying.
En la actualidad, el bullying es considerado una de las principales causas de violencia infantil, estadísticamente 1 de cada 3 jóvenes lo ha sufrido en su vida. Ha causado problemas graves y repercusiones de estas personas en su vida adulta.
Con estos datos tan graves, solo cabe decir que se debe observar diariamente las situaciones en las aulas y crear un espacio seguro para que los niños puedan contar cualquier problema que les pueda atormentar o preocupar demasiado. Además de hablar sobre estas situaciones para que ellos mismas puedan detectarlo y ayudar a la 'victima'. En el caso del ciberbullying, debemos dar a los más pequeños herramientas para protegerlos en el uso de las TICS o webs en la red y enseñarles un uso responsable de estos instrumentos. Lo más importante es crear un clima seguro para que tengan la confianza necesaria para acudir a los adultos más cercanos en caso de sufrir algún tipo de problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario