- LA TELEVISIÓN Y LA ESCUELA
La relación entre la televisión y la escuela es un tema que merece una reflexión cuidadosa, ya que crea un gran debate. La televisión es una poderosa herramienta de comunicación que tiene un impacto significativo en la sociedad y, en particular, en la vida de los estudiantes.
La televisión puede ser tanto una fuente de información y entretenimiento como un medio de educación. A través de programas educativos y documentales, la televisión puede complementar y enriquecer el aprendizaje en el aula, necesita a los estudiantes acceder a conocimientos y perspectivas que de otra manera no podrían haber tenido. Puede ser una ventana al mundo, ampliando su visión de diferentes culturas, eventos históricos, avances científicos...
También puede tener efectos negativos si se consume de manera indiscriminada y sin una orientación adecuada. El contenido de la televisión puede ser superficial, promover estereotipos, exacerbar la violencia, distraer a los estudiantes de sus responsabilidades académicas...
Los docentes tienen un papel importante en guiar a los estudiantes para que utilicen la televisión de manera informada y responsable, fomentando la reflexión sobre los mensajes transmitidos, la evaluación de la información y la identificación de posibles manipulaciones. Los docentes pueden utilizar programas documentales que sean relevantes para los temas de estudio, y combinarlos con actividades lúdicas. También pueden fomentar la creación de producciones audiovisuales por parte de los estudiantes, promoviendo su participación activa y su capacidad de comunicación.
En conclusión, la televisión y la escuela pueden interactuar de diferentes maneras. La televisión puede ser una herramienta educativa valiosa, pero su uso debe ser reflexivo y medido. Es importante fomentar una alfabetización mediática entre los estudiantes, promover la selección y evaluación consciente del contenido, combinar sus con actividades, promover un uso responsable...
Los videojuegos pueden ofrecer una experiencia de aprendizaje motivadora. A través de la interactividad y la participación activa del jugador, los videojuegos pueden desarrollar habilidades cognitivas, como la resolución de problemas, la toma de decisiones, la planificación estratégica... Además, los videojuegos suelen tener sistemas de recompensa y retroalimentación inmediata, lo que fomenta la persistencia y el aprendizaje basado en la experiencia.
Además de las habilidades cognitivas pueden, los videojuegos también fomentar el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Muchos videojuegos promueven la colaboración, la comunicación y el trabajo en equipo. Los videojuegos también pueden ser utilizados como herramientas para abordar temas emocionales y sociales, como la empatía, la resolución de conflictos y la toma de conciencia de diferentes perspectivas.
Aunque existe un gran debate entorno sobre todo de los puntos negativos de estas herramientas, ya que existen juegos violentos o que crean demasiada dependencia e incluso adicción. Sin embargo, en la actualidad se han desarrollado numerosos juegos de clase lúdica, divertidos y dinámicos que nos puede ayudar a consolidar algunos tipos de conceptos que tratamos en el aula.
De esta forma, debemos tener en cuenta tanto factores positivos como negativos sobre los videojuegos para encontrar un uso equilibrados de estos en el aula. A través de la red encontramos diversos juegos interactivos como sería smartick, dónde los niños irán pasando niveles afrontando lecciones relacionados con las matemáticas y el lenguaje.
En conclusión, el uso de estas herramientas puede ser un suplemento positivo en la educación de los niños y niñas de educación infantil por su carácter motivador y dinámico. Sin embargo, pueden ocasionar problemas de concentración, soledad o adición en casos extremos. Por lo que hay que enseñar a los más pequeños un uso responsable y no tratarlos como una situación excepcional en sus vidas, ya que cuanto más integrados estén en su vida cotidiana menos uso expansivo le dedicaran.
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